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Nos llenamos la boca con palabras como "derechos fundamentales", "libertad de expresión" y similares al ver situaciones como las de Afganistán o Nigeria cuando en nuestro amado mundo la libertad de expresión viene censurada por otros poderes como por ejemplo el dinero.

El Sr. (sic) Alierta es el principal caso hoy por hoy. Su imperio no permite disidentes, ni siquiera permite dudas; si no le gustas estás contra él, así que fuera.

Luego tenemos el caso de un chaval que hizo un videojuego -posiblemente ofensivo- y en el que usó un par de imágenes que eran marcas registradas de unas cofradías sevillanas. Pues bien, lejos de seguir el procedimiento habitual [pedir el retiro de esas imágenes y luego denuncia+multa (si ganan, claro) por el uso no autorizado de estas] ni cortos ni perezosos han detenido y llevado a prisión al chaval (y yo me pregunto que hilos hay que tocar para hacer eso). También han retirado el CD del grupo de música con el que se distribuía el juego en cuestión.

Finalmente tenemos el controvertido caso CQC. Tocas donde no debes y te vas a la calle (otra vez). Creo que las televisiones privadas -por muy privadas que sean- están disfrutando del privilegio de poder emitir y este privilegio ha sido concecido por el pueblo, por lo tanto deben respetarnos a todos y permitir la libertad de expresión aunque al jefe de turno le joda.

texto sujeto a revisiones, que lo he escrito con prisa